Bulgaria nuestra peor experiencia de viaje tras 11 meses recorriendo los Balcanes, Turquia, Georgia, Armenia e Irán.
Luego de 11 meses de viaje y ya de vuelta a Europa entramos a Bulgaria y con ello, comenzó nuestra peor experiencia del viaje.
En abril decidimos un cambio de rumbo en Irán por la imposibilidad de seguir a Mongolia como estaba en nuestros planes.
Esta nueva etapa no iba a ser otra que hacer realidad un sueño de décadas, recorrer Sudamérica en nuestra furgoneta camper.
Para ello, debíamos volver a Europa para realizar el envío de nuestra furgoneta. Nunca pensamos que luego de pasar fronteras complicadas como las de Irán, el gran problema lo tendríamos a las puertas de Europa, en Bulgaria.
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Como en toda frontera, nos piden los pasaportes y documentación del vehículo, la cual la entregamos.
Al poco tiempo, el oficial se va de la garita y nos hacen mover la furgoneta a otro sitio para que otros coches puedan pasar.
Esperamos durante 3 horas hasta que nos dicen que nuestra documentación del vehículo es falsa o fotocopiada.
Que pasó en Bulgaria
Lo primero que hay que aclarar es que Andorra solo tiene una tarjeta del vehículo y no cómo en España u otros países de Europa que tienen dos, la tarjeta de circulación y la ficha técnica. En Andorra está toda la información recopilada en una única tarjeta amarilla.
Esta tarjeta desde hace unos años la imprimen totalmente, incluído el sello y lo único manual es la firma. El color del bolígrafo con la cual está firmada es negro lo cual puede llevar a confusión. Pero, solo basta mirar detenidamente para ver que está hecha manualmente y no impresa.
No tiene ninguna medida de seguridad y por eso ellos dudaron, lógicamente.
Para agravar las dudas de los agentes fronterizos, en una base de datos, encontraron ejemplos de la tarjeta amarilla de vehiculos de Andorra donde el sello es azul y no como en nuestra documentación que está impreso en negro, con lo cual realmente esto hizo que vieran nuestra tarjeta más sospechosa.
Hasta este punto, es entendible que tengan dudas y se entiende que están haciendo su trabajo (no educadamente, pero lo están haciendo).
Luego de 3 o 4 horas en la cual nosotros ya nos habíamos puesto en contacto con el gobierno de Andorra, quienes enviaron varios correos informándoles que la documentación que presentamos era correcta, los oficiales a cargo en la frontera siguen insistiendo que la documentación no es original.
Una horrible noche en Bulgaria
La situación empeora aún más cuando haciendo caso omiso a 3 correos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Andorra informándoles que ese documento es legal y a algunas llamadas del cónsul Bulgaro en España, ellos igualmente me detienen, me envían al calabozo y a mi mujer y niño los retienen en la furgoneta inmovilizada.
En todo este tiempo no contamos con la ayuda de un traductor. Agravado pues intentan que firmemos documentos escritos en Búlgaro los cuales nos negamos a hacer.
El calabozo no estaba en la propia frontera, sino en un pueblo a 30 kilómetros. Allí, al día siguiente, recién ponen a mi disposición una traductora en inglés.
Al día siguiente también, vuelven a pedir al gobierno de Andorra que explique exactamente cuál es el procedimiento de impresión que usan para hacer las tarjetas identificativas de los vehículos.
Andorra, desde el Ministerio de Transporte, en una carta firmada por el director y por 4ª vez, le certifican que mi documentación es correcta y envían un documento membretado y firmado por el director explicando el proceso de impresión (incluida marca de la impresora que utilizan).
En este documento se especifica claramente que el sello se imprime desde la misma impresora y sólo la firma no está impresa y es manual.
Solo con esta 4ª comunicación desde el Gobierno de Andorra y varias llamadas del cónsul de Bulgaria en Madrid dan por correcta nuestra documentación y proceden a liberarnos.
Al final, estuve 24 horas en el calabazo y otras 20-24 horas retenido en la furgoneta.
Celina y Lucca todo el tiempo estuvieron en la furgoneta sin posibilidad de moverse. Viajamos con pasaportes comunitarios, no podían detenernos por una presunción más de 24 horas, pero la furgoneta sí.
En total, estuvimos 48-50 horas retenidos sin poder movernos de la frontera.
Fueron momentos de mucha angustia, incertidumbre y miedo. No podemos dejar de agradecer al gobierno de Andorra y a todos los amigos que se preocuparon por nosotros.
Son en estos momentos donde la gente se moviliza y te entrega todo su corazón. Es el caso de Marta y Victor que vieron que teníamos problemas y estando en Grecia, en la frontera con Turquía, decidieron cambiar de rumbo y venir a acompañar a Celina y Lucca.
En Instagram se generó una gran “ola” de apoyos propiciadas por Jose Luis de Almont4wd y CamperRuteros que hizo que nos sintiéramos acompañados y ayudó a agilizar el proceso.
No quiero terminar este relato sin decir que probablemente tuvimos mala suerte y el país está repleto de gente buena. Pero, esta situación ha hecho que para nosotros Bulgaria representara la peor experiencia de nuestro viaje de 11 meses por los Balcanes, Turquía, Cáucaso e Irán.
En nuestro Instagram hemos colgado un vídeo explicando esta experiencia en más detalle si te quedaste con ganas de saber más.
Solo destacar que en #dandovueltasfotos siempre intentamos poner fotos mas cuidadas, pero en esta ocasión entenderán que no ha sido posible.
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Marta y Victor no dudaron en modificar su ruta para estar con nosotros y acompañarnos en esta experiencia.
Lo mejor de nuestra horrible experiencia en Bulgaria fue como la gente se volcó con nosotros. !Gracias!
Sólo unos pocos ejemplos de las cientos de muestras de cariño.
Gracias por llegar hasta aquí.
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